RiverPLA: Revalorizando el suero de leche de las lecherías

Con la idea inicial de fabricar una resina compostable basada en algas, la cual no funcionó debido a que el costo de importación era menor que producirla en Chile, el ingeniero civil industrial Iván Pino descubrió una oportunidad para innovar al producir el plástico biodegradable PLA, normalmente elaborado a partir de almidón de maíz o caña de azúcar, utilizando un residuo muy abundante en la Región de Los Ríos, donde reside: el suero de leche.
Así, comenzó a investigar junto con la Universidad de Concepción la posibilidad de obtenerlo y el resultado fue exitoso, por lo que creó la empresa River Pla para producir este bioplástico, siendo la primera en Chile en fabricar PLA a partir de suero de leche.
«El suero de leche está compuesto por proteínas y un 77% de lactosa, a partir de la cual se obtiene la lactida, que es el precursor para obtener ácido poliláctico, que cuando se obtiene es el PLA», explica.
También destaca que las lecherías y queserías generan grandes volúmenes diarios de suero de leche, que se considera residuo, por lo que su empresa también forma parte de una economía circular.
Si para hacer un kilo de queso se necesitan, en promedio, diez litros de leche, y un kilo de queso deja un litro de suero de leche, estima que se requieren 50 litros de suero de leche para producir un kilo de ácido láctico o PLA.
«Una pequeña quesería, con 70 vacas, produce 20 mil litros de suero de leche al día. Una empresa más grande, como nuestro socio Runca, produce 100 mil litros al día, mientras que una de las lecherías más grandes del país puede producir un millón de litros al día», detalla.
Su objetivo es construir una planta para procesarlo en Máfil, en la Región de Los Ríos, para lo cual estima que se requeriría una inversión de 3 millones de dólares, considerando un nivel de producción de 20 toneladas al mes, para lo cual requeriría un aumento de capital.
Para el próximo año, la meta es producir 60 toneladas de PLA anualmente, que se vende en forma de gránulos, y también planea licenciar el modelo a otros países.

«Nuestro desafío hoy es recaudar capital, porque los procesos ya están validados», dice Iván Pino.
Revista del Campo – El Mercurio